domingo, 18 de abril de 2010

Espero ese momento de la semana para revalorizar las horas que van desde el ocaso del domingo hasta la madrugada del lunes. El tiempo se vuelve oro, porque poder revertir la injusta fama de depresivo del fin del domingo, hace que el disfrute de esas horas valga el doble. Así que me dispongo a prender la radio, atenuar las luces y degustar entre mate y guitarra la agonía del fin de semana. Espero ese momento para resignificarlo, y contra toda tentación, vivirlo, como la sal, a gusto.

1 comentario:

Melania Castro dijo...

jaja adivinaste el uso de esa cancion q hago
son la convinacion perfecta con el matecito caliente :)