martes, 16 de junio de 2009

A la radio de noche y al velador se le suma una ausencia. Se le suma un feriado con la inactividad que esto declara y el dolor en los dedos. Gritan las articulaciones llamando masoquistamente a la humedad. Pero el grito se hace esperar. Como en ese sueño de hojas trilladas y crocantes al piso de un parque, "es su hija" pensé escondido tras el árbol. De reojo los juegos de la plaza almagro. Una vez sentado en esas mesitas me leí tomado mate un librito de Vigotsky. En aquel tiempo la vida era un taller para chicos y el estudio del cuerpo, era vino y de noche soñar con ser un personaje de rayuela... Sigue la radio, y el velador y la ausencia y el grito - quizá le sume un té de canela-. Pude sintonizar el programa que quería, pasa jazz y me siento en rayuela. Hoy fue un casi cena un casi estudio un casi abrazos, un te amo, un suena el teléfono y sos vos. Atiendo. Fin

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